sábado, 27 de marzo de 2010

donocita.


Como hoy tengo tanta rabia te voy a mentir.
Voy a atender el teléfono tres horas más tarde de lo que me habías dicho y voy a decirte que no estaba haciendo nada importante, que la tarde está increíble y que no hay apuro.
Voy a sonreír cuando me digas que se corrió para hoy el partido y que ni bien terminen me mandás un mensaje.
Te voy a abrir la ducha, con onda cuando llegues transpirado a mi depto y me voy a resistir a levantar tu bolso apestoso de arriba de mi cama.
Voy a hacer unas milanesas y, sin ventilar, voy a poner la mesa.
Voy a suspender mi libro, poner la tele y tomar coca cola común.
Mientras recorrés la programación con el cetro del control remoto voy a buscar una peli, de acción, para que disfrutemos los dos.
Voy a esperar para verla a que termines de conversar con tu vieja y cuatro amigos mientras revisás el correo y planeás una noche de play para mañana, después del ensayo.
Voy a meterme en la cama, hacer como que te deseo y fingir tres orgasmos.
No te voy a abrazar, me daré vuelta y te dejaré dormir para mañana despertarte al mediodía con el desayuno.

martes, 23 de marzo de 2010

fotos no

                                                      [Guevara,+Erneto+'Che'++03.jpg]
Me regalaron una cámara el día en que me enteré que estaba embarazada.
Fines de 1999.
Fotografié mi panza de costado,
frente al enorme espejo de mi cuarto.
Mis meses abultando mi adelante,
 progresivo crecimiento de mi abdomen retratado,
registrado rigurosamente los 17 de cada mes.
Cuando naciste nos sacaron una foto, ensangrentada,
 fuerte, increíble, llena de lágrimas salando la alegría.
No me acuerdo cómo era vivir cuando no estabas.
No sé que hacía con tanto tiempo.
No recuerdo con qué reía, cuando me emocionaba...
es que aprendí a abrazar sin miedo y con todos los riesgos.
Saqué fotos a tu primer diente, al jugar en el piso, en el baño, a tus ojos, tus manos.
Retraté tus pies descalzos dando pasitos en el pasto, con tu perro.
Tus cumpleaños.
 Muchas fotos de comienzos de clases con guardapolvos impecables.
Las vacaciones, el mar, vos en bici, pescando, en la plaza,
con amigos, con abuelos, con papá jugando hasta el anochecer.
Tantas, cientos de fotos.
 Me detengo a verlas en detalle y no puedo olvidar.
 Todo es nuestro.
Es que ahora entiendo.
Hoy es 24 de Marzo , en la plaza ellas marchan una vez más.
No les saquen fotos...no más.
 Es mucho dolor.

jueves, 18 de marzo de 2010

pura verdad


Si me dijeran que pida un deseo...no podría evitar el pensar en vos.
Ahora que estas leyendo, con las manos en la falda, la mirada cansada a veces, la espalda curva como si la mochila simbólica tuviera peso real, frente a la máquina buscando en lo que se enchufa un poco de desenchufe.
Es que no era verdad. Los reyes no existen.
Y los príncipes tampoco.
Mentiras...a los cuentos de hadas, a las novelas venezolanas, a las tías gordas que iban los sábados a la peluquería y comentaban lo bueno que era arreglarse para un marido.
Mentiras quienes vendieron la felicidad con formas esculpidas, a los que diseñan ropa con carga de documento a tal punto de hacernos creer que es una necesidad, a quienes no nos dieron un buen golpe cuando nos empezamos a desentender de la injusticia y la revolución y las cambiamos por comodidades burguesas que nos hipotecan.
Mentiras los mercaderes del placer, quienes se ofrendan en regalos y después te cobran hasta la cinta scocht del paquete.
Mentiras las felicidades permanentes, los amores sin costo, las realizaciones personales dentro de este metro cuadrado.
Mentiras los depósitos de amores circunscriptos a los hijos.
Mentiras los secretos, las sinceras felicitaciones y las profundas condolencias.
Mentiras los elogios a tus comidas y a tus esfuerzos, la congratulaciones por tu ascenso y por bajar de peso.
Mentiras que te van a becar, que te sobra el tiempo si te lo querés hacer, que querer es poder.
Mentiras que ya no hay hombres, que ya no los hay machistas y que cada vez se ven más gays.
Mentiras lo de la liberación femenina, que podemos con muchas cosas a la vez y que lo único valioso es ser madre.
Mentiras los genios que conceden deseos.

sábado, 13 de marzo de 2010

yo tambien quiero un fantasma



















Me la cruzaba cada mañana al salir de mi departamento y yo estaba convencida de que ésto era algo más que una casualidad.
Yo era lógica, muy lógica, casi hasta el extremo de pensar que era lógico jugar a creer en algo.
Por eso, ese martes no estaba atenta.
Vestía de gris riguroso, de gris el vestido, gris el pelo, grises sus ojos, gris sus zapatitos, gris su mirada, su voz, su piel, sus manos, su andar.
Yo me había dado cuenta de que hablaba sola...pero ese día me detuve en un detalle.
Cuando la mujercita miraba hacia su derecha, solamente en ese momento hablaba y sonreía con la mirada siempre fija en el asfalto.
A quién le habla? pensé por un momento y, como andaba con unos treinta minutos de tiempo para desayunar, me atreví a seguirla.
Tal como lo había deducido...le hablaba a alguien o a algo que a su entender iba a su lado.
Me convertí en una absorta testigo del diálogo, donde las frases se concatenaban con largos silencios de los que se disponían enormes respuestas.
La mujercita subió el tono de voz y entonó un reclamo reiterado, vehemente, furioso, extremo, desgarrador.
-Hoy me voy con vos!. Gritó.
En la ochava de la esquina un auto la interceptó y en milésimas de segundos subió a la vereda sin poder frenar, chirriando las cubiertas contra el asfalto.
Y yo lo vi.
Un hombre,translúcido, de andar quieto y acompasado la empujó hacia el otro vértice de la calle.El hombre que a diario la tomaba de la mano para recorrer la ciudad. El hombre en secreto. Su fantasma.
-Todavía no. Anunció. -Todavía no, mi amor.
La mujercita fue atendida por el servicio de emergencias urbano.
-No para de llorar, comenta el paramédico.- Y eso que no fue nada.
Preguntaron si había testigos de lo ocurrido.
Me senté en el cordón de la vereda y me miró. Lágrimas en carrera bajaban entre las arrugas. La miré y todo fue dicho. Sonrió y siguió llorando recostada en el hombro de su fantasma.

martes, 2 de marzo de 2010

caer


Si pudiera olvidarme de las películas que ví y de los libros que leí. De las historias que escuché. De la sensación de completud en ese beso. De mi sonrisa burlándome de la soledad y sus lacayos.
Si pudiera fumar sin recordar el cáncer. Tener sexo sin protección. Emborracharme sin sentir que te ven y no es terapéutico.
Si pudiera echar a mis amigos a la calle, a los empujones, por cobardes. Si me sumergiera en el mar a nadar, aún sin saber nadar.
Si no creyera que la música me cura, si me olvidara de la existencia del inconciente.
Si bailara sin coreografía y no fuera más a trabajar.
Si no supiera leer. Si comiera chatarra a diario.
Si pudiera golpear en la cara al que me discute, escupir al que no se fija.
Si se me diera el gusto de no pagar un impuesto, de abandonar al que amo, de denunciar al que limpia vidrios en el semáforo.
Si engordara, me durmiera, me entregara, me escapara.
Si pudiera ser terriblemente irracional y fría como roca. Si no tuviera corazón, ni cabeza, ni útero.
Si la noche me encegueciera y el sol me dejara ver...volaría y no volvería más...hasta estrellarme.

El pragmatismo de un poema en 2017

Como lo dijo Juan... La poesía no sirve para nada. No impone ternura ni abrazos. No llega a tiempo, ni desfibrila. La poes...